martes, 9 de noviembre de 2010

La segunda prioridad, y la tercera...

Tu eres lo más importante, sin ti nada tendría sentido...

Pero es que tu eres también lo segundo más importante, no basta con que estés satisfecho, tengas comida, techo y salud. No también te mereces el mejor coche, la ropa más moderna y cool, un trabajo que no te estrese y del que te puedas escaquear (enmarronando a los pringaos, ésos imbéciles que siempre dan la cara)

Pero es que lo tercero de la lista eres tu también, porque tus amigos harían lo mismo, porque ellos no son unos pringaos, tu conciencia está tranquila, eres como todos, eres normal.

Y es que lo cuarto de la lista eres tu también, porque tu familia vive para que tu seas feliz. Si no tienes dinero para ropa, ellos te lo dan, un coche? no hay problema, un aval o dinero para un piso, todo por ti.

Y lo quinto también eres tu, porque tu novi@ tiene que hacerte feliz y si no te hace feliz, puerta porque no es la persona apropiada para ti, ya habrá más. O mejor, nada de compromiso que luego cuando ligas, si entras al trapo te queda mala conciencia así que mejor ir de flor en flor ya buscaré a algun@ tont@ cuando cumpla 30 para no estar sól@.

Y lo sexto, que sopresa, TU!! porque lo que tu sientes, es más intenso y más importante que lo que siente cualquiera y cuando las cosas no salen como quieres, siempre es culpa de otras personas o de los astros o el destino.

Y mucho me temo que por mucho que profundice en la lista, todas las prioridades estarán al servicio de tu disfrute y todas cabrán en tu maravillosa, bondadosa y podrida ética.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Te mereces otra oportunidad

Porque te arrepientes de lo que hiciste, te sientes mal...

Porque quieres arreglarlo, porque has cambiado.

Porque no fue culpa tuya, 
porque alguien te engañó, 
porque alguien debería haberse dado cuenta, 
porque habías bebid@,  
porque estabas depre, 
porque nadie hizo nada por que no pasase,
porque habías fumad@,
porque estabas enfadad@,
porque no lo viste venir,
porque en realidad no querías decir aquello,
porque no pensabas lo que hacías,
porque ibas puest@,
porque no tenías intención de hacer daño,
porque sólo estabas divirtiéndote,
porque no es importante,
porque no volverá a pasar,
porque en realidad no querías que ocurriese,
porque es normal a todo el mundo le pasa,
porque estabas confus@.

Porque no hay peor ciego que el que no quiere ver.
Porque no quisiste verlo venir, para no hacer nada para evitarlo.
Porque aunque lo vislumbraste en el horizonte, tu lo deseabas.
Porque era algo que te quemaba y querías hacer daño.
Porque eres un@ egoista.
Porque cuando se trata de comer mierda, tu siempre la dejas a los demás.
Porque es más fácil mentir y engañar.
Porque lo peor que te puede pasar es que te pillen y si no te pillan, mañana otra vez..
Porque la poca conciencia que tienes, la ahogas en humo, alcohol o pastillas que nadie te obliga a tomar.
Porque eres un@ mierda y sólo te importas tu.

Porque mentir, es ya la única manera en que crees que te darán otra oportunidad.

lunes, 12 de julio de 2010

Cuanto vale tu palabra

La palabra ya no vale nada, no obliga a nada.

Lo que vale es satisfacerse uno mismo y en ése camino de autosatisfacción consentida y animada por la sociedad, ningún compromiso es fuerte.

"A ver si quedamos para tomar un café"
"Si necesitas ayuda, avísame"
"Tengo que ir a verte"

Frases vacías que se pierden ante cualquier excusa, porque para poder autosatisfacernos, necesitamos una excusa que oculte que en realidad no queremos ni quedar ni ayudar. Así que terminamos de bordarlo con una mentira.

"Olvidé que ya tenía planes"
"Es que tengo que poner una lavadora"
"Me pillas muy líado, mejor lo dejamos para otro momento"

Éso es lo que vale la palabra, para mentir, para tergiversar, para ocultar nuestro podrido egoísmo y para disfrazarlo y envolverlo en el papel de una moral a medida que nos permita tener la conciencia tranquila.

martes, 6 de julio de 2010

Dedicado a...

A tod@s los que nos hemos sentido como un@ imbécil al ver que somos los únic@s que lo damos todo.

A tod@s los que nos hemos sentido engañad@s al saber que la honradez no importaba.

A tod@s los que nos hemos sentido decepcionad@s al descubrir que había motivos para la desconfianza.

A tod@s los que nos hemos sentido ultrajados por la insinceridad y la doble moral disfrazados de interesante e inocente juego.

A tod@s los que nos esforzamos por ser sinceros con nosotr@s mism@s y nos negamos a difuminar nuestros principios para dar cabida a caprichos egoístas que dañan a quienes sabemos que queremos.

A tod@s los que aún después de sentir todo ésto, siguen haciendo lo que creen correcto y apropiado.

A tod@s los que son tont@s, como lo soy yo.

A tod@s és@s heroinas y héroes, para ell@s y para mí, para la gente valiente y sincera que prefiere sufrir a contar una mentira, que prefiere sufrir sabiendo la verdad a vivir en una mentira.