lunes, 12 de julio de 2010

Cuanto vale tu palabra

La palabra ya no vale nada, no obliga a nada.

Lo que vale es satisfacerse uno mismo y en ése camino de autosatisfacción consentida y animada por la sociedad, ningún compromiso es fuerte.

"A ver si quedamos para tomar un café"
"Si necesitas ayuda, avísame"
"Tengo que ir a verte"

Frases vacías que se pierden ante cualquier excusa, porque para poder autosatisfacernos, necesitamos una excusa que oculte que en realidad no queremos ni quedar ni ayudar. Así que terminamos de bordarlo con una mentira.

"Olvidé que ya tenía planes"
"Es que tengo que poner una lavadora"
"Me pillas muy líado, mejor lo dejamos para otro momento"

Éso es lo que vale la palabra, para mentir, para tergiversar, para ocultar nuestro podrido egoísmo y para disfrazarlo y envolverlo en el papel de una moral a medida que nos permita tener la conciencia tranquila.

martes, 6 de julio de 2010

Dedicado a...

A tod@s los que nos hemos sentido como un@ imbécil al ver que somos los únic@s que lo damos todo.

A tod@s los que nos hemos sentido engañad@s al saber que la honradez no importaba.

A tod@s los que nos hemos sentido decepcionad@s al descubrir que había motivos para la desconfianza.

A tod@s los que nos hemos sentido ultrajados por la insinceridad y la doble moral disfrazados de interesante e inocente juego.

A tod@s los que nos esforzamos por ser sinceros con nosotr@s mism@s y nos negamos a difuminar nuestros principios para dar cabida a caprichos egoístas que dañan a quienes sabemos que queremos.

A tod@s los que aún después de sentir todo ésto, siguen haciendo lo que creen correcto y apropiado.

A tod@s los que son tont@s, como lo soy yo.

A tod@s és@s heroinas y héroes, para ell@s y para mí, para la gente valiente y sincera que prefiere sufrir a contar una mentira, que prefiere sufrir sabiendo la verdad a vivir en una mentira.