Vivimos en una sociedad que, en general, está podrida. Una sociedad donde l@s que somos honrad@s, just@s, sincer@s y buen@s somos tildados de tont@s... Yo necesito un lugar donde escupirle a la sociedad a la cara, por hacerme sentir tont@, por hacerme sentir mal por hacer el bien. Necesito ése desahogo, como frontera final antes de ceder y transformar todos ésos valores en un cinismo infinito.